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“QUIENES ESTAMOS CONSCIENTES DE LA GRAN OBRA DEL GOBIERNO MILITAR, ANULAREMOS NUESTROS VOTOS EN LAS FUTURAS ELECCIONES (DE CONCEJALES), EN DEMANDA DE LA LIBERTAD DE LOS SALVADORES DE CHILE ENCARCELADOS, Y POR EL FIN DEL PREVARICADOR ACOSO JUDICIAL EXISTENTE EN CONTRA DE ELLOS”

lunes, febrero 07, 2011

¿Por Qué en Egipto Sí y en Cuba No?

Respondo inmediatamente: porque en Egipto hay bastantes libertades, es decir, no es un estado totalitario; en Cuba, en cambio, impera un régimen totalitario. Nadie puede hacer nada si el gobierno no lo permite. Los egipcios, en cambio, pueden llamar a protestas, reunirse masivamente y pedir que se vaya el gobierno. Los cubanos no tienen manera alguna de siquiera empezar a hacerlo, porque hay desde comités de barrio hasta organismos de seguridad del gobierno que, a la primera señal de gente reuniéndose para disentir, toman presas a las personas.

¿Cómo, entonces, se explica la caída del muro de Berlín y de los otros "socialismos reales"? Porque hubo un gobernante soviético, a quien yo siempre he postulado como el estadista más importante (pero más equivocado) del siglo XX, Michail Gorbachov, que se comprometió a respetar las libertades y los derechos humanos, creyendo que eso era posible bajo los socialismos reales. Pero tales socialismos son como las represas o los diques: si a estos usted les hace una pequeña perforación, por ahí entra el agua y a poco se convierte en un torrente que arrasa con la represa. Lo mismo sucedió con el muro de Berlín: un pequeño espacio de libertad permitido por Gorbachov terminó con todos los estados comunistas. Porque --y en esto Gorbachov se equivocó-- no puede haber socialismo y libertad al mismo tiempo. El socialismo es la negación del libre albedrío personal.
Cuando los líderes soviéticos eran verdaderos socialistas marxistas-leninistas, no permitían ni siquiera un asomo de libertad en la URSS o sus satélites. A Hungría enviaron sus tanques y aplastaron en los años cincuenta al régimen de Imre Nagy, que pretendió abrir ventanas de libertad. Hicieron lo mismo con Checoslovaquia en los 60, cuando Dubcek pretendió instalar un "socialismo con rostro humano" (en ese sentido fue un precursor de Gorbachov).
Y Fidel Castro jamás va a permitir que se abra un espacio de libertad. Por eso en Cuba no va a suceder lo mismo que en Egipto, por ahora, porque Fidel no es eterno.
Lo de Egipto es, típicamente, un movimiento correspondiente al "efecto rebaño". Cuando los egipcios vieron que Túnez se deshacía con relativa facilidad de un gobernante no democrático (pero tampoco totalitario) con el simple expediente de salir a las calles, quisieron hacer lo mismo, porque son países que sufren graves problemas económicos. El efecto rebaño está teniendo lugar en todo el mundo árabe y caerán varios gobiernos.
Acá tuvimos una demostración del efecto rebaño cuando se generó la "revolución de los pingüinos". Algunas directivas politizadas de estudiantes medios, manejadas, por supuesto, por los conocidos de siempre, que están en todos los focos anárquicos, comenzaron a salir a la calle pidiendo la rebaja del pasaje escolar en la locomoción, que iba a ser alzado. Luego añadieron la petición de que se derogara la Ley Orgánica Constitucional de Educación (LOCE) y, finalmente, una dirigente juvenil comunista que tenía la virtud de hablar de corrido, escasa en nuestro medio, levantó el lema de "no al lucro en la educación".
El efecto rebaño fue tan fuerte que todos los días decenas de miles de estudiantes salían a las calles, mientras la prensa les "avivaba la cueca" y los políticos (que siempre han sabido contar cabezas) se ponían de su lado. Yo hacía clases en una universidad de la "cota mil" en que nadie, ni alumnos ni profesores, tenían el menor espíritu revolucionario, pero en uno de esos días, cuando llegué a hacer clases, me encontré con que el alumnado no asistiría, en tácita, pacífica y silenciosa adhesión a la revolución pingüina. Puro efecto rebaño. Las autoridades universitarias miraron para otro lado y esperaron, hasta que los alumnos volvieron a clases sin sanciones de ninguna especie.
La presidenta Bachelet, ante la revolución de los pingüinos, recurrió a su herramienta favorita y formó una comisión transversal para mejorar la educación, dentro de la cual los que no podían ponerse de acuerdo antes tampoco se pudieron poner de acuerdo después. Hoy todo el mundo se ha olvidado de "no al lucro en la educación" y todo eso y se habla de otra reforma educacional. De la revolución de los pingüinos nunca más se supo.
En los países árabes va a pasar más o menos lo mismo. Cambiarán gobiernos, pero no sistemas. Ya hay muchos que dicen que Moubarak no es tan malo. Los problemas de los egipcios no se van a solucionar con un cambio de gobierno, aunque probablemente logren más libertades políticas. Y en Cuba no va a pasar nada parecido, porque es un régimen totalitario, donde lo más que se llega a permitir es que la bloguera Yoanni Sánchez mande sus opiniones disidentes a otros países, sin que pueda vocearlas en Cuba.
Claro, con el correr de los años hasta los hermanos Castro van a desaparecer, y entonces a lo mejor allá hacen elecciones y Yoanni sale elegida como la primera presidenta democrática del post-comunismo. Pero eso ya es mera futurología, ciencia de la cual me declaro apenas un dilettante.

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