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viernes, marzo 04, 2011

Mala Noticia para la Mujer Pobre

Lunes 28 de febrero de 2011.

Si los que legislan para ayudar a los pobres los ayudaran menos, los pobres estarían mejor. El principal motivo de la pobreza es la falta de empleo, y ésta se debe, paradójicamente, a las leyes dictadas para favorecer a los pobres, como la del salario mínimo obligatorio y, ahora, la del posnatal de seis meses obligatorio.
Para las mujeres de mayor ingreso éste será, en cambio, voluntario o flexible. Debería ser exactamente al revés, obligatorio para las de mayores sueldos y voluntario para las de sueldos bajos. Porque el posnatal de seis meses aumenta el costo de contratar mujeres y, como todo empresario paga a las personas que emplea según su productividad, la cual no mejora, sino que empeora con un posnatal de seis meses, lo que los empresarios harán será tender a bajar el sueldo de las mujeres, para compensar el mayor costo por el ausentismo adicional del posnatal.

Pero si se trata de una mujer que gana el salario mínimo, el empresario no puede compensar el mayor costo del posnatal de seis meses bajándole el sueldo, porque éste ya está en el mínimo obligatorio. Entonces lo que sucederá es que serán contratadas menos mujeres de salarios bajos, que son las que más necesitarían ser contratadas.

Las sucesivas encuestas CASEN muestran que mientras más pobres son las personas, mayor es su tasa de desempleo. Y en el segmento de los que son, además de pobres, carentes de calificación laboral, pobladores de campamentos y jóvenes, el desempleo puede llegar al 50%. ¿Por qué? Porque el costo de contratarlos, representado por el salario mínimo y la obligatoriedad de cumplir otras prestaciones previsionales, seguro de salud y cesantía, higiene en el trabajo, locomoción y otras, sumadas, es mayor que la productividad de gran parte de esos jóvenes pobres sin calificación.

En cambio, en el quintil más rico de la población no sólo hay pleno empleo, sino algo mejor que eso, un nivel de desocupación de dos por ciento. ¿Cómo no va a haber desigualdad en la distribución del ingreso, si los más ricos están todos empleados y pueden regodearse con sus oportunidades de trabajo, mientras los más pobres tienen cesantías de 30, 40 o 50 por ciento, según el segmento que se examine?

En el fondo, la desigualdad en la distribución del ingreso ha sido alimentada por la legislación laboral, supuestamente destinada a proteger a los pobres, pero que termina castigándolos con la cesantía, es decir, con cero ingreso.

Por eso el posnatal de seis meses es una mala noticia para las mujeres pobres. Pero comprender esto es difícil; y explicarlo, todavía más. Casi todo el país aplaude el incremento del posnatal, creyendo que las mujeres han salido ganando. En un blog anterior ("Profesión: Madre") expliqué que este beneficio lo pagarán ellas, a través de menores sueldos. Ahora agrego que, en el caso de las mujeres más pobres, no lo van a poder pagar y muchas no lo van a tener, al sufrir mayor desempleo.

Pero la corriente dominante piensa de manera tan distinta, que ha terminado por consagrar la voluntariedad o flexibilidad del posnatal de seis meses precisamente para las que podrían haber afrontado el hecho de que fuera obligatorio, y ha consagrado la obligatoriedad para las más pobres, que no pueden afrontarla y, simplemente, se quedarán sin empleo.

Termino como comencé: si los que legislan para ayudar a las mujeres pobres las ayudaran menos, ellas estarían mejor, porque tendrían más de lo que más necesitan: empleo.

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