"Ton pays n'est pas sérieux, Manuel...."Su país no es serio, Manuel""
Hermógenes Pérez de Arce . Publicada en El Mercurio de Chile.28 noviembre 2007.
Es divertido vivir en Chile. Uno puede reírse casi todos los días. ¿No lo hizo usted cuando el pleno de la Suprema, tras largas deliberaciones, prohibió a los jueces recibir premios en dinero, siendo que el artículo 223 N° 2 del Código Penal dice que recibir esos premios es un delito castigado con presidio menor en cualquiera de sus grados, amén de otras penas? ¡Qué agradable sería para un contribuyente que ha ocultado rentas, delito penado con presidio menor en el Código Tributario, que en lugar de ir a la cárcel la Suprema se limitara a prohibirle seguir ocultando rentas!
Aunque no es para la risa, sí es reírse de la ley que al mayor Minoletti lo metieran preso anteayer por delitos de 1973 y 1975, prescritos y amnistiados. El Código Penal ordena declarar de oficio la prescripción, aunque el reo no la alegue. Y el de Procedimiento Penal ordena, en caso de amnistía o prescripción, negar curso al juicio. Pero es "políticamente correcto" desobedecer esas normas. Los jueces de izquierda lo hacen diciendo que no se aplican a "crímenes de lesa humanidad", que son imprescriptibles.
Una vez Álvaro Bardón, sabiendo que soy abogado (r), me preguntó dónde figuraban en Chile esos "delitos de lesa humanidad". Le contesté, por supuesto, que en ninguna parte, no obstante lo cual los penales Cordillera y Punta Peuco están llenos de presos por ellos. Son presos políticos, pues lo están contra la ley y por razones políticas. Los propios abogados de izquierda saben que esos delitos no existen, tanto que dos de ellos, el senador Alejandro Navarro y el ex senador José Antonio Viera-Gallo, presentaron en 2004 un proyecto para incorporarlos al Código Penal (boletín 3493-07 del Senado). Entonces, los jueces meten presos a los militares según lo que dice el boletín y le dan efecto retroactivo.
En la sala penal de la Corte Suprema pasa otra cosa amena. Cuando el ministro Chaigneau, partidario de los "delitos de lesa humanidad", no puede asistir, lo reemplaza un abogado integrante partidario de la ley vigente, que forma mayoría con dos ministros que la respetan. Entonces rige la prescripción. Cuando el ministro Chaigneau se mejora, vuelve a la sala y forma mayoría con dos ministros partidarios de los "delitos de lesa humanidad". Entonces la prescripción deja de regir.
Esta falta de seriedad es antigua. Hace años al abogado y ex rector Manuel Montt Balmaceda, en Ginebra, durante una sesión de la OIT, un abogado francés le dijo: "Ton pays n'est pas sérieux, Manuel". Él no pudo menos que asentir, pues a la sazón un terrorista del MIR circulaba por el mundo con el nombre de "Manuel Montt Balmaceda". Y en 1976 la CIA detectó un complot encabezado por éste para asesinar al presidente Jimmy Carter cuando fuera a Sao Paulo. El jefe de la CIA en Chile informó al director de la DINA, Manuel Contreras, que eliminarían a dicho mirista en Sao Paulo. Contreras entonces llamó al verdadero Manuel Montt para que no fuera a viajar allá. Esto está en la página 11 del libro de Contreras "Verdad histórica II. ¿Desaparecidos?".
Un día me encontré con Manuel Montt en el Club de la Unión y le pregunté si lo anterior era verdad. Me dijo que sí, y que a raíz de ello había escrito un libro titulado "Yo no maté a Jimmy Carter".
Entonces, es probable que haya uno o más militares presos por el "delito de lesa humanidad" de haber hecho "desaparecer" al sujeto que circula con la identidad de Montt. Y que los contribuyentes hayamos financiado una millonaria reparación para su familia.
Muy entretenido, pero, ¿cuándo nos pondremos serios?
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